jueves, 2 de junio de 2022

La mentalidad investigativa en los trabajos de ampliación de la conciencia

 


La mentalidad investigativa en los trabajos de ampliación de la conciencia

 

“Entonces, información más inspiración. Se fomenta una mentalidad investigativa, somos sumamente curiosos por todos estos fenómenos de los que podemos tener un testimonio……”. [1]

 



 

 

 

 

 

 


 

Objeto de estudio.

La mentalidad investigativa.

Interés.

Ver si hay algunos elementos de la mentalidad investigativa, que nos puedan ayudar en nuestros trabajos en el mundo interno y en particular en los que se orientan a la ampliación de la conciencia.

Contexto.

Este breve relato surge cuando al trabajar algunas preguntas acerca de al conciencia,  me tocó investigar simultáneamente un problema de tipo material. Además del entusiasmo que me surgió en ambos temas, me pareció destacable la importancia y la similitud en el acto de preguntar y de aprender a esperar con calma las respuestas.

 

Metodología.

Para ser consistente con el objeto de estudio de este trabajo, sólo menciono y no entro a detallar los temas investigados, sino la mentalidad con la que se hacen.

 

Rescato y voy relacionando un par de experiencias en el mundo material y también en el tema de cómo se produce la comunicación entre conciencias diferentes.  Algunas de estas experiencias las anoté en el mismo momento en que se producían y otras, a partir de recuerdos.

 

Luego de compartir este relato con algunos amigos, incorporé varios aportes en relación a la extensión de este trabajo, al acercamiento al fuego de los homínidos y a la mentalidad investigativa de Silo.

 

Definiciones.

El diccionario indica:

1. Mentalidad.          

Modo de pensar o configuración mental de una persona.

Conjunto de opiniones y representaciones mentales propio de una colectividad.

2. Investigar.

Hacer las diligencias necesarias para descubrir algo.

Profundizar en el estudio de una disciplina.

3. Ciencia, del Diccionario del Nuevo Humanismo

Actividad cognoscitiva e investigadora, que obtiene conocimientos razonados.

 

Investigaciones.

En el mundo externo.

1.     Investigando cómo hacer fuego con arco.

Hace varios años, con un grupo de amigos, como parte de un taller de la materia, habíamos producido fuego con cuarzo y pirita. una experiencia importante para varios de nosotros. De todos modos, me pareció que aún tenía mucho que aprender, así que cuando algunos años después me invitaron a hacer el taller nuevamente y más aún, ahora en el taller del Parque Los Manantiales, me sumé inmediatamente.

 

A esto se agregó un interés personal de investigar cómo producir fuego, ya no con pirita y cuarzo, sino frotando una varilla de madera, tal como lo habían hecho las homínidas hace cientos de miles de años.

 

Este trabajo fue de una investigación muy intensa, de varios meses. Con una meta clara iban apareciendo las preguntas y las respuestas a cada dificultad. La carga afectiva y entusiasmo eran muy fuertes, mientras decenas de palos, ramas, maderas cuerdas y hongos provenientes de los lugares más increíbles, iban sumándose al experimento.

 

Finalmente, luego de un poco de entrenamiento (ya que generalmente me agotaba antes de lograr la temperatura), apareció humo, luego la primera brasa y el fuego. No pude hacerlo frotando la madera con las manos, pero sí con un arco que hacía girar una varilla sobre una base de madera.

 

Unos días después reprodujimos la experiencia con otros amigos en el taller. Una investigación extraordinaria, que quedó grabada entre mis mejores recuerdos.

 

2.     Investigando cómo fabricar un sistema de riego por goteo móvil.

Se trata de una experiencia de hace pocos meses donde necesitaba descubrir o inventar un riego por goteo en base a baldes y bidones, donde el goteo durara de dos a tres semanas.

 

La investigación partió con sistemas conocidos de goteros en base a telas y papel de aluminio que no cumplían con lo que necesitaba. Avanzó luego hacia bidones, microtubos de cierto grosor, pegamentos específicos y regadores que cumplieran con las condiciones de goteo.

 

En esta investigación hubo también intensidad, permanencia y superación de dificultades. Además, mucho gusto y esta vez estuvo acompañada de los acertijos que presenta la disciplina mental. Eran preguntas e inspiraciones que parecían alimentarse entre sí.

 

3.     Investigando cómo es posible que se comuniquen conciencias que tienen interpretaciones del mundo tan diferentes.

Mientras investigo en el riego por goteo móvil, estoy intentando responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que nos comuniquemos?

 

Lo que había llamado “realidad” eran construcciones de mi propia conciencia en función de los datos de memoria. Por lo tanto, la realidad del otro, era su realidad, armada desde sus contenidos. ¿Cómo comunicarse entonces con el “otro”?. De hecho, muchas veces no logro comunicarme y lo mismo sucede a nivel social. Es frecuente que, por dificultades en la comunicación, las personas se terminen distanciando o perjudicando entre ellas.

 

Pero es claro que también existen muchos momentos en los que, si se logra esa comunicación, ese contacto con el otro, es posible construir juntos.

 

¿Cómo es que esta comunicación con otra conciencia es posible, si cada uno ve la realidad a su manera?, ¿Qué me permite “traspasar” esa diferencia o convertir la propia visión para conectarme con los demás?

 

Dentro de una atmósfera mental de mucho gusto y entusiasmo, me iba preguntando ya sea por el riego por goteo, como por esa comunicación entre conciencias diferentes. Como jugando, me paseaba de un tema a otro con preguntas que seguían trabajando durante el día. Mientras una quedaba en presencia, la otra se iba a la copresencia y viceversa. A veces ambas quedaban en copresencia y en cualquier momento aparecía una nueva ocurrencia a ser investigada. Es como si las mentalidades investigativas se llevaran muy bien entre sí, incluso parecía que se ayudaban. ¿Lo terreno y lo eterno unidos?

 

¿Qué tengo que hacer para que el recipiente entregue una cierta cantidad de gotas por minuto? ¿Que tenemos en común tú y yo?, ¿Por qué intentamos juntarnos y cómo lo hacemos? Por momentos llegaba a lugares internos con la certeza que se trataba del mejor lugar al que podía llegar en ese momento.

 

Experiencias y comprensiones.

A veces siento que estoy detenido frente a las dificultades en mis intentos de profundizar en mi conciencia. Con el paso de los días, con la repetición, siento que se va acumulando un cierto desánimo, donde sólo atino a esperar a que en algún momento suceda algo que despeje mi mente. De hecho, observo que en general después de un tiempo logro descubrir algo que me abre el futuro, pero se trata de un proceso mecánico y lento. Sospecho que hay algo que no está bien, que ese no es el mejor modo de enfrentar estos trabajos.

 

Otras veces, gracias a los indicadores que nos dejó el Maestro en los caminos internos, lograba establecer alguna relación, ver la dificultad, la necesidad y luego ver cómo salir. Se trataba de un estado activo, intencional, donde no me bastaba con esperar a que ocurra algo. Me ocurría que a veces la respuesta aparecía inmediatamente, pero otras, necesitaba empezar a investigar.

 

Me di cuenta que los líos y los errores eran inherentes a toda investigación. Descubrir la solución era solo el comienzo de un nuevo tema. No imaginar cómo seguir era parte del asunto. Tenía que darme una vuelta hasta cambiar la perspectiva y observar algo que antes era incapaz de ver.

 

Que la investigación desafiaba lo conocido hasta el momento, buscando superar aquello que me impedía avanzar. Tenía una componente de apertura, de audacia y de rebelión. De abrir las puertas al conocimiento, al crecimiento de la experiencia y a aprender sin límites. Se me vinieron a la cabeza momentos en que en la historia se frenó la investigación y se asesinó a las personas que intentaban ir más allá de lo conocido hasta el momento. Y también las épocas en que han convergido las culturas apoyando el desarrollo del conocimiento en beneficio de la humanidad.

 

Es una mentalidad que se pone a un lado, como compañera de la intencionalidad de la conciencia, moviendo imágenes, destrabando el futuro, aumentando la energía y la inspiración. El entusiasmo suele estar presente cuando se investiga, especialmente si se pone al servicio de un propósito trascendente.

 

Normalmente se asocia esta mentalidad a los científicos, muchos de ellos muy inspirados que en sus desarrollos terminaron hablando de la conciencia y del universo. “Ciencia y Mística”, de Oscar Cerda, es una monografía muy interesante que conecta ambos mundos.

 

Claramente tiene que haber estado operando la mentalidad investigativa en los primeros homínidos, cuando alejándose de su condición animal se acercaron al fuego. Seguramente fue poco a poco, se habrán quemado, se habrán alejado. Superando un temor enorme, se habrán acercado nuevamente, investigando el modo de manipular el fuego. Luego tuvieron otro lío: que el fuego no se apagara, los cuencos, en fin…No parece haber sido de una sola vez, sino por acumulación de experiencias, que iban comunicándose entre ellos. Ni qué hablar de las consecuencias de esta investigación para la especie humana.

 

Y llegamos al presente, al Maestro, con una capacidad investigativa absolutamente asombrosa, sin límites. Sin duda que su enorme producción escrita y su acción en el mundo fueron una gran investigación.

 

Respecto a la entrada a los espacios profundos.

El Maestro nos dejó claro varios temas para investigar: la claridad y la carga en el Propósito; la entrada a los espacios profundos partiendo por la suspensión del yo y la construcción de un estilo de vida que tenga un Propósito trascendente como centro. Trabajando con la mentalidad investigativa comprendo que ninguna de las dificultades que se me presentan son “naturales” y que puedo superarlas investigando.

 

Tengo falta de claridad en mi propósito, entonces me pregunto: ¿cómo puedo aclararlo? Si le falta carga afectiva, puedo preguntarme: ¿cómo puedo hacer crecer esa carga? ¿dónde está?, ¿cómo la puedo transferir hacia el Propósito?, ¿qué materiales puedo revisar?, ¿con quiénes me puedo reunir a ver el tema?

 

Llevando un poco más allá estas experiencias personales, me parece claro que la mentalidad investigativa es necesaria y muy propia de un Centro de Estudios.

 

Los investigadores del Centro de Estudios.

En medio de un sistema que se desarmaba aceleradamente, los investigadores, se pusieron de acuerdo en fortalecer sus trabajos de autotransformación y sus estudios, sin dejar de poner un ojo en el mundo.

 

Mientras algunos soplaban vidrio experimentando con las temperaturas externas e internas, otros percibían la fragancia de lo profundo en medio de las esencias. Un poco más allá una maestra aprendía a escribir delicadamente caracteres chinos, luego de investigar cómo construir su centro de gravedad interno mientras modelaba una figura de arcilla en el torno. En el Taller del Parque, otro grupo desarrollaba el tono, la pulcritud y la permanencia trabajando en los Oficios, al tiempo que contribuían a preservar ese conocimiento.

 

Con la intención todo sumaba a ese Propósito común de acceder a la Experiencia, la diversidad era extraordinaria. Un grupo de maestros empezó a experimentar en una cámara de silencio, otros en la cima de una montaña, en el fondo de una cueva, del mar y en el desierto.

 

También estaban los que reflexionaban diariamente en sus acciones sociales buscando transformar las condiciones de dolor y de injusticia, profundizando en sus Propósitos y en su estilo de vida.

 

Otros, intentando avanzar en la comprensión de la obra del Maestro, se veían enfrentados a sus propias dificultades de establecer relaciones más o menos coherentes. Comentaban que a veces, por instantes, podían verse a sí mismos, ya no como pacientes de su transformación, sino como agentes de su autotransformación.

 

Al mismo tiempo, varios maestros hacían Producciones tratando de comprender y de grabar con intensidad sus experiencias, contribuyendo a la acumulación de información y de conocimiento de la Escuela.

 

Y también varios maestros, en medio del ruido social y personal, sentados en una silla, con sencillez y permanencia, investigaban cómo superar los condicionamientos mentales de la especie.

 

Cuando fueron acumulando suficiente experiencia y conocimiento, los investigadores tuvieron la certeza de que el futuro se construiría a partir de su intencionalidad y de sus intentos, Habían tomado conciencia de sí mismos, sabían que existían y que estaban en presencia de esa intención profunda capaz de mutar sus propias mentes.

 

Un lindo día.

¡Que lindo día Romi!

¡¡Así es Seba y mira qué hermoso se ve el Parque!!

Bueno, todo es más bello, ¡cambió el paisaje interno y cambió la mirada!

.

¿Es cierto que tu madre y tus abuelos estuvieron entre los fundadores?

Si claro, mi abuela estuvo presente cuando se empezó a producir el punto de inflexión y mi padre estuvo en la ampliación de la señal.

 

¿Y cómo lo lograron?

Comentan que el despelote y las relaciones estaban tan mal en el medio, que bastó con que se pusieran de acuerdo para dónde querían ir. Eso permitió que saltaran desde lo individual a lo conjunto, luego todo se empezó a acelerar. Ya tenían mucho avanzado, así que la inspiración conjunta hizo su parte y el estudio les permitió ahorrar tiempo.

 

Romi, ¿estás enterada que hoy viene un grupo de científicos de todo el país a meditar en la sala?

Si claro y yo tengo un encuentro con historiólogos que quieren documentar lo que ocurrió.

 

¡Buen día Seba y no dejes de hacer hoy algo inútil y reconfortante!

Por supuesto Jajaja, muchas gracias, lo haré, ¡buen día!

 

Agradezco a Rodrigo D. y a Adolfo C. por su colaboración con este relato, a mi grupo de estudios y al cuerpo de maestras y de maestros de este Parque. Muchas gracias.

 

 

Juan Aviñó S.

Centro de Estudios - Parque de Estudios y Reflexión Los Manantiales

 mayo-2022



[1] Conversaciones con Silo, 1 de marzo del 2008

lunes, 17 de agosto de 2020

El núcleo del átomo y un Propósito como centro de la vida.

“Tú que eres la luz de la Gnosis, enséñame a ver lo mismo en lo Uno y lo Todo, enséñame a ver con el entendimiento por encima de la tierra y de los ojos humanos” (extracto de la Oración de la Gnosis Poética Menor H.Van Doren 1971)

Este relato se refiere a una experiencia de fortalecimiento del Propósito como centro y de su relación con el átomo. Aunque el título pareciera sugerirlo, este no es un relato científico, ya que no se nada de átomos (ni tampoco de muchas otras cosas).

El primer evento me ocurrió hace varios años cuando me emocioné mucho y repetidamente al escuchar el ”El Poema de los átomos” (Rumi, Maestro Sufí S.XII)

Luego, al terminar el estudio del libro de Silo, Mitos Raíces Universales (1991). La intensidad de este estudio, recorriendo lugares y tiempo míticos, seguramente contribuyó a generar la carga y las copresencias que operaron más adelante. 

Me encontraba además en una etapa en que había intensificado las prácticas y meditaciones diarias, algo muy querido.

Continuó hace dos  meses cuando participé en un intercambio sobre lo más importante en el Parque los Manantiales (un Parque de Estudio y Reflexión en el que participo). También un tema con mucha carga.

Finalmente se completó cuando un par de días después, desperté  con el átomo de Bohr  dando vueltas en mi cabeza y con un registro de encaje muy fuerte entre  tener un Propósito como centro de la propia vida y el funcionamiento del átomo.

En esos días, con algunos amigos rescatamos que Silo mencionaba el átomo de Bohr en su Conferencia sobre Mitos. Eso terminó de soltar el tema y empezaron a aparecer varios textos e imágenes donde se mencionaba el núcleo.


El núcleo del átomo con los electrones girando.

En la Conferencia de Mitos Raíces Universales. , Silo explica: 

“Cuando consideramos uno de los mitos desacralizados centrales de esta época (me refiero al dinero), lo tuvimos en cuenta como núcleo de un sistema de ideación. Me imagino que los oyentes no habrán imaginado una figura semejante a la que propone el modelo atómico de Bohr en la que el núcleo es la masa central alrededor del cual giran los electrones. En verdad el núcleo de un sistema de ideación tiñe con sus peculiares características a gran parte de la vida de las personas. La conducta, las aspiraciones y los principales temores están relacionados con ese tema. La cosa va más lejos aún: toda una interpretación del mundo y de los hechos conectan con el núcleo”….. (Buenos Aires, 1991)

Otro caso:  “La determinación del núcleo de ensueño es de gran importancia ya que es el núcleo el que refleja el problema básico en que se vive. El núcleo de ensueño es un clima mental básico, que hace surgir ensueños primarios compensatorios (como imágenes que descargan las mayores tensiones internas y, al mismo tiempo, esas imágenes orientan conductas hacia el mundo”. (Luis Ammann, Autoliberación, 2004)

También en el Universo, donde la Tierra gira sobre sí misma y alrededor del Sol; el Sol tiene su propio movimiento de rotación y, a la vez, también se desplaza alrededor del centro de la Vía Láctea, y la galaxia, a su vez, da vueltas igualmente sobre sí misma y se mueve por el Universo.

En biología, el núcleo celular es una estructura membranosa el cual se encuentra normalmente en el centro de las células eucariotas. Contiene la mayor parte del material genético celular, organizado en varias moléculas extraordinariamente largas y lineales de ADN, con una gran variedad de proteínas, como las histonas, lo cual conforma lo que llamamos cromosomas. El conjunto de genes de esos cromosomas se denomina genoma nuclear. La función del núcleo es mantener la integridad de esos genes y controlar las actividades celulares regulando la expresión génica.1​ Por ello se dice que el núcleo es el centro de control de la célula.(Wikipedia)

Núcleo Celular - Concepto, funciones y estructura

En el centro luminoso. 

El día noveno.

1. En la Fuerza estaba la “luz” que provenía de un “centro”.

2. En la disolución de la energía había un alejamiento del centro y en su unificación y evolución, un correspondiente funcionamiento del centro luminoso.

( Capítulo XI de la Mirada Interna, El Mensaje de Silo, 2007)

La Experiencia.

1. Registros.

El Propósito se profundizó. Fue adquiriendo mayor claridad y carga, aumentando su  copresencia en lo cotidiano y el gusto por meditar. Disminuyeron las dudas y los temores. Algunas conductas se modificaron abriendo el contacto con el medio. Las reflexiones estaban más disponibles y aumentó el gusto e interés por el estudio.

Se aclaró aquello que me acerca y lo que me aleja del Propósito. Hay temas que  dejaron de interesarme y que antes terminaban en pérdida de energía. Registro de que se “aliviana el carro”. La vida se hace más sencilla. Disminuye la censura y la autocensura. Hay más cercanía con los seres queridos y mayor intensidad en las diferentes actividades personales. Se quiere algo intensamente, pero no hay ninguna razón para impacientarse porque tengo la certeza de que “algo va”. 

Crece la intuición de que al aumentar la carga y entrar a esos lugares, terminará transformándose todo, incluyendo las limitaciones mentales por las que se pide en la Oración de la Gnosis. 

2. Reflexiones.

Ahí estaba el núcleo, el Propósito de acceder a lo profundo, con todos los temas girando en torno a él. Ya no estaba tan marcado ese péndulo entre lo interno y lo externo. El centro era lo más importante y  este no sólo convivía muy bien con las actividades que ahora giraban en torno a él, sino que además se retrolamientaban. En las actividades cotidianas el centro irradiaba en forma creciente, más desde adentro y más hacia los demás. Y cuando los ensueños,  las compulsiones o el “yo” se tomaban todo el campo, el desajuste interno y las reflexiones se convirtieron en una necesidad. Por momentos el mundo se volvía una especie de blanco al que el centro se dirigía expectante. Se fue incorporando el pedido por comprender y no sólo por estar bien. Cuando estaba muy inspirado, pedía que las cargas energéticas positivas y negativas se trasladaran hacia el Propósito. Lo mismo cuando aparecían temores y entraba a mis zonas oscuras: a veces llegaba a agradecer su presencia y sentía gusto por el intento de integrarlas. Que creciera la actividad en el mundo se volvió de mucho interés ya que se hacía necesario evocar cada vez con más fuerza el Centro.

Este registro se fue ubicando más internamente y caí en cuenta que el centro ya no era un núcleo fijo, sino que estaba en movimiento, creciendo o decreciendo. Además intuí que podía llegar a tener una carga enorme, como si se tratara de un sol. Se volvió cada vez más importante fortalecer y entrar a ese lugar.

El modelo de 1920 del átomo de Böhr  ya no representaba lo que ocurría, porque el centro teñía a los electrones y además todo era dinámico. El centro podía crecer, haciéndose cada más fuerte, con más carga afectiva, absorbiendo lo que estaba afuera y donde cada uno de los electrones parecía ser a su vez, un nuevo átomo.

Ahora veía que tanto tiempo sin un “centro” estaba destinado sólo a un  lento proceso evolutivo. El tema era fortalecer el centro …. fortalecer el centro.

3. Nuevas preguntas.

¿Llegaré a comprender por qué me emociono tanto con el “Poema de los átomos”?. ¿Se tratará simplemente de antiguos antepasados árabes en la península ibérica?... lo dudo... tal vez se trate de algo más amplio, algo como un registro de integración de la humanidad.   ¿O será de integración con la totalidad de la que formamos parte, del polvo de estrellas que siempre hemos sido?.

Así como  “...vuela hacia las estrellas el héroe de esta edad. Vuela a través de regiones antes ignoradas. Vuela hacia afuera de su mundo y, sin saberlo, va impulsado hasta el interno y luminoso centro”, ¿será posible que interiorizando la mirada se llegue a descubrir el funcionamiento de la materia? Siempre hemos pensado que lo mental es una cosa muy diferente a lo material, pero ¿serán tan diferentes? …. y los descubrimientos de afuera y de adentro, serán concomitantes?¿Cuál es entonces el modelo atómico que se está asomando?

En cuanto a las relaciones, ¿qué tiene que ver tu Propósito con el mío?. Está la intuición de que estamos unidos, pero la registro sólo por momentos. Como en la experiencia grupal de hacer fuego con cuarzo, pirita y yesca, donde  luego de varias horas e incluso de días en que no lográbamos hacer fuego, bastaba con que uno lo lograra para que prendiera el fuego de todos los demás.

Y sobre lo macro, ¿en qué está incluido el Propósito con sus temas?, ¿es decir, en torno a que estamos girando?. Tal vez las respuestas sean un regalo que se nos presente en algún sueño futuro. 

Agradezco a los amigos que me ayudaron, a mi grupo de estudio, al Maestro  por generar este ámbito que nos reúne hoy y por llevarme a los lugares que me permitieron leer la  imagen del átomo. Muchas gracias.


Juan Aviñó Agosto-2020

Parque de Estudios y Reflexión los Manantiales


sábado, 25 de julio de 2020

En poco tiempo más (tú le pones la fecha)

Con unos amigos del colegio nos  encontrábamos virtualmente todas las semanas. Un grupo curioso, tanto por su permanencia a lo largo de años, como por la creatividad de los temas que tratábamos. Además todos parecíamos cuidar al grupo, atendiendo a escuchar a los demás y a suavizar las posiciones cuando alguno levantaba el tono. No había un tema central y seguramente los motivos para participar eran diversos, pero era un grupo ordenado y siempre alguien ponía algún tema. Seguro que nos necesitábamos, porque siempre terminábamos superando las dificultades que se nos presentaban.

A veces, por puro gusto, nos regalábamos encuentros presenciales y nadie se los perdía. Tomábamos desayuno en una cafetería, Ese día, en medio de la habitual buena onda, uno de ellos comentó  que quería leernos un cuento que había leído temprano en el periódico. En vista de su insistencia y luego de asegurarnos de que no era  muy extenso, accedimos. Comenzó a leer con entusiasmo no disimulado. Se titulaba: "En poco tiempo más (tú le pones la fecha)".


Por primera vez en la historia, una delicada capa de piel humana había cubierto el planeta. Debido a la inercia de los procesos, todo pareció seguir igual y durante un tiempo se siguió actuando en forma aislada.. De pronto y no se sabe en qué momento preciso, los seres humanos empezaron  a tomar conciencia de sí mismos, ya no como individuos, sino como especie. Vieron su destino e identificaron aquello que los hacía crecer y aquello que dificultaba su crecimiento.. La violencia en cualquiera de sus formas se empezó a experimentar como asco, se tornó intolerable. Ahí empezó todo.

Se comprendió que el bienestar de unos pocos a costa del sufrimiento de muchos, no tenía sentido ni futuro, ya que el sufrimiento en un punto afectaba a todos los demás. El progreso material y espiritual debía ser para todos. Pasó a ser fundamental el cuidado, pero también el crecimiento del conjunto. Lo que se venía escuchando desde hace siglos, pero con escasa práctica, se transformó en una experiencia que fue la base para los cambios que sobrevinieron. 

Ahora se veía muy sencillo y las generaciones más viejas se preguntaban cómo no se había caído en cuenta antes. Transformaciones estancadas durante siglos, se llevaron adelante en dos o tres años. No requirió mucho tiempo ni complicaciones superar la pobreza en el todo el mundo. Con la ayuda de la tecnología, se logró garantizar una buena calidad de vida para todos. Esto incluyó el acceso gratuito a un buen sistema de salud para todos y a una educación también gratuita para todos. También resultó muy fluido el cambio de emplazamiento respecto del medio ambiente. El cuidado del planeta en general y de la flora y fauna se volvió una prioridad ya que se trataba del necesario cuidado de la casa, indispensable para el desarrollo de la conciencia.

Lograr una educación de calidad tomó un poco más de tiempo, porque se necesita definir qué era “lo humano”.  Menos mal que continuando lo que ya venían investigando durante la última década, un grupo desconocido, con predominancia de mujeres y jóvenes venían dedicándose al estudiar de las relaciones entre la ciencia y la espiritualidad. El nuevo nivel de conciencia aceleró también estos trabajos que terminaron con un informe que se viralizó y que fue la base de la nueva educación. En su introducción señalaba que la educación debía partir por revisar la concepción del ser humano, es decir, que definía a lo humano y para dónde iba. Más adelante proponía:

“El ser humano tienen como dirección  transformar al mundo y transformarse a sí mismo, sin límites. Coherentemente, la educación deberán orientarse a generar las condiciones para que las nuevas generaciones tengan una mirada crítica respecto de sí mismos y de la sociedad. En este sentido, será necesario dejar atrás la violencia del pasado en que se educaba para que los jóvenes se convirtieron en útiles para preservar el sistema existente.

Se deberá proveer acceso libre a la información, promover la libertad de creencias y rechazar toda discriminación y violencia. Se promoverá que los estudiante desarrollen sus virtudes, conecten y se capaciten en la descripción de sus emociones, pensamiento, acciones y en su sexualidad”. La moral no vendrá impuesta desde afuera, sino que estará dado por el registro de crecimiento personal l a los demás”. 

Esto, que se veía imposible incluso de plantear hasta  hace poco tiempo, encajó sin problemas. Los estudiantes dejaron de ser pasivos receptores de información y junto con sus profesores desarrollaban formas de aprendizajes mutuas, que por efecto de demostración iban recorriendo el planeta.

Al mismo tiempo, florecieron culturas que estaban casi extintas e incluso algunas volvieron a nacer luego de haber desaparecido a manos de culturas más violentas. Culturas muy distantes empezaron a entenderse. La poesía, la música y el arte en general se tomaron las calles. Lo mismo que la filosofía y la ciencia que ahora unidas, eran tema de conversación en las plazas públicas y en las redes sociales. Ya casi no quedaban rastros de la antigua organización jerárquica y violenta liderada por los estados nacionales. Tal como se conectan las neuronas en el cerebro, los humanos se organizaban con formas diversas y con múltiples centros, sin ningún tipo de dirección central. Los principios de sintonía y de sincronía se daban sin ninguna dificultad.

Los más viejos recordábamos una época oscura en que había predominado la violencia entre los seres humanos. Con compasión recordábamos  el rostro de sufrimiento en nuestras narraciones históricas.También recordábamos a la gente buena que había ayudado a otras y también a aquellos que con su ciencia,  habían ayudado a la superación del dolor y a superar la injusticia social.

Mediante la manipulación genética, la vida humana se había podido prolongar a cientos de años y se amplió el espectro de los  sentidos humanos por medio de prótesis cada vez más potentes. La especie humana estaba con “plus”, había dado un salto importante en su evolución al superar la violencia y ahora se disponía a llegar a otros mundos, cada vez más lejanos y a la vez más profundos en su conciencia. Se tenía la certeza de que estaba empezando la verdadera historia humana.                    

viernes, 24 de julio de 2020

Mi Amigo el Nadador

Había entrenado natación entre los cinco y los dieciséis años, acumulando muchas medallas y copas, Sin embargo, demasiado entrenamiento y la soledad cuando uno nada, me habían dejado chato. Más adelante me dediqué con bastante intensidad a deportes que me entretenían mucho más.  pool, ping-pong y raquetball.

Luego de más de 20 años sin nadar, en esas vueltas de la vida, me tocó acompañar a mi hija a su entrenamiento de natación. Ahí estaba en la piscina temperada del mismo Estadio en el que había nadado a los 5 años. Con cierta curiosidad y evocando los buenos momentos (que también los hubo), nadé algunas piscinas.

Ya en el camarín observé a un niño de unos 12 o 13 años, delgado, de piel muy blanca,  que se secaba el cuerpo con una lentitud poco habitual. Su  expresión facial era neutra.

De pronto, de la nada, me miró  y con voz grave, modulando lentamente me dijo: “
- Te vi nadar”. 
-¿Ah sí? le respondí con una sonrisa de oreja a oreja mientras mi pecho se inflaba orgullosamente.
- Nadas pésimo!, me dijo con toda calma y claridad.
Apelando a mi supuesta madurez y superando la molestia, le pregunté: 
- ¿Y porqué dices eso?
- ¡Porque no sabes patalear! me dijo alzando un poco el tono de voz.
Ahora si que me sentí retado, pero mi curiosidad pudo más respecto de este personaje y le volví a preguntar: 
- ¿Y cómo se patalea?
- ¡Hay que mover las piernas y tú no las mueves!, dijo ya con un claro tono de enojo.
- ¿Y cómo se mueven las piernas? continué con un  dejo de paternalismo
Mira, las piernas son el motor. Yo te voy a enseñar, acércate.
Aún cuando se trataba de un niño, me sentía intranquilo, así que me acerqué con recelo.
Medio tapado por una toalla empezó a mover las piernas de un modo nada convincente para mi.
Sin muchas ganas de seguir con la conversación, terminé de vestirme y antes de llegar a la puerta, me preguntó: 
-¿Cómo te llamas? 
- Juan, me llamo Juan, respondí… 
- ¿Y tú, cómo te llamas? 
- Cristóbal, me dijo, con un leve tartamudeo. Yo vengo de martes a viernes  las cuatro y media y te puedo enseñar a patalear, me dijo.
- Bueno, …. puede ser, tal vez la próxima semana, le respondí sin atreverme a decirle que no tenía muchas ganas de  encontrarme con él nuevamente.

Por motivos que no recuerdo, no fui a la piscina las siguientes tres semanas, cuando nuevamente, luego de nadar,  me encontré con él en el camarín. Lo miré distraídamente, casi como que no lo conociera y para mi sorpresa, Cristóbal tomó nuevamente la iniciativa al señalarme con el brazo que me acercara.
Me hice el que no entendía y me repitió el gesto varias veces, hasta que no pude hacerme más el tonto. Me acerqué a él tratando de parecer lo más natural posible.
- Sí, ¿dime?, le pregunté amablemente.
- Debo contarte que competí este fin de semana en un campeonato interescolar.
- Ah, qué bien! Y ¿Cómo te fue?
- ¿Cómo que cómo me fue!, exclamó muy molesto elevando la voz. ¡Parece que no entiendes lo que te digo!, volvió a la carga mientras se llevaba las manos a las caderas reforzando su expresión de malestar.

Nuevamente había sucedido: ahí estaba yo, todo amable siendo retado nuevamente por un niño desconocido por algo que no comprendía.
- ¿Por qué me preguntas eso? - continuó - te acabo de decir que el campeonato es el próximo fin de semana!!
- Disculpa!, escuché que el campeonato había sido el fin de semana pasado, el ruido de las calderas me impidió escucharte correctamente.
- No, te dije que será el próximo fin de semana, repitió lentamente.
Un rato después se despidió diciendo:
- Adiós ¿Pedro?, 
- Juan, le dije, me llamo Juan. Adiós Juan.
- Adiós Cristóbal, nos vemos, le dije con un dejo de cariño, en respuesta a su interés en despedirse por mi nombre.

Se trataba de nuestro tercer encuentro. Me sentía particularmente contento ese día. Había nadado 1.000 metros, con ganas y sentía que iba mejorando la velocidad y la resistencia. Me senté en la gradería para secarme y descansar un rato.
Y de pronto lo vi nadando. Le puse atención. La verdad es que no me impresionó su estilo ni su pataleo, más bien que tenía mucho que aprender. Me dio lástima su falta de criterio de realidad.
Otros nadadores veloces dejaban atrás repetidas veces a mi amigo, quien seguía nadando lentamente, dando vueltas y vueltas. Algunos empezaron a jugar y otros se salieron, pero él seguía nadando, siempre lentamente y con su estilo, vueltas y vueltas.
Me acordé de mis cortas conversaciones con él y de su interés por la natación. Recordé también mis diez años de entrenamiento, mi estilo, los premios y mis motivaciones Lo miré y de pronto, me empezó a cambiar la mirada.
Estaba frente a un nadador, pero no frente a un nadador cualquiera que buscaba algún tipo de éxito. Estaba frente a un verdadero nadador. Todo encajó al evocar el cariño con que Cristóbal se refería a la natación. Cristóbal amaba nadar! Nadar era parte de su sentido de vida. Le gustaba el agua, mover los brazos y patalear. Me conmoví fuertemente..

Con la sensación de haber descubierto algo importante, me fui al camarín donde nuevamente encontró algún motivo para retarme. Me dijo que se había ganado dos medallas y que le debían una. Yo ya no experimentaba tensión alguna. Hasta se me soltó una conducta lúdica. Quedamos de mostrarnos las medallas la próxima semana.

Pasaron algunas semanas, meses y años y no volví a ver a Cristóbal. Había escuchado que las personas con síndrome de down viven pocos años. Pensé que tal vez mi amigo Cristóbal ya no estaba en este mundo.

Adiós Cristóbal, gracias por tu amistad. Gracias por enseñarme a mirar con otros ojos.