El Blog de Juan Aviñó
viernes, 16 de diciembre de 2022
jueves, 2 de junio de 2022
La mentalidad investigativa en los trabajos de ampliación de la conciencia
La
mentalidad investigativa en los trabajos de ampliación de la conciencia
“Entonces, información más inspiración. Se fomenta una
mentalidad investigativa, somos sumamente curiosos por todos estos fenómenos de
los que podemos tener un testimonio……”. [1]
Objeto de estudio.
La mentalidad investigativa.
Interés.
Ver si hay algunos
elementos de la mentalidad investigativa, que nos puedan ayudar en nuestros
trabajos en el mundo interno y en particular en los que se orientan a la
ampliación de la conciencia.
Contexto.
Este breve relato
surge cuando al trabajar algunas preguntas acerca de al conciencia, me tocó investigar simultáneamente un problema
de tipo material. Además del entusiasmo que me surgió en ambos temas, me
pareció destacable la importancia y la
similitud en el acto de preguntar y de aprender a esperar con calma las
respuestas.
Metodología.
Para ser
consistente con el objeto de estudio de este trabajo, sólo menciono y no entro
a detallar los temas investigados, sino la mentalidad con la que se hacen.
Rescato y voy
relacionando un par de experiencias en el mundo material y también en el tema
de cómo se produce la comunicación entre conciencias diferentes. Algunas de estas experiencias las anoté en el
mismo momento en que se producían y otras, a partir de recuerdos.
Luego de
compartir este relato con algunos amigos, incorporé varios aportes en relación
a la extensión de este trabajo, al acercamiento al fuego de los homínidos y a
la mentalidad investigativa de Silo.
Definiciones.
El
diccionario indica:
1.
Mentalidad.
Modo
de pensar o configuración mental de una persona.
Conjunto
de opiniones y representaciones mentales propio de una colectividad.
2.
Investigar.
Hacer
las diligencias necesarias para descubrir algo.
Profundizar
en el estudio de una disciplina.
3.
Ciencia, del Diccionario del Nuevo Humanismo
Actividad
cognoscitiva e investigadora, que obtiene conocimientos razonados.
Investigaciones.
En el mundo
externo.
1.
Investigando cómo hacer fuego con arco.
Hace
varios años, con un grupo de amigos, como parte de un taller de la materia,
habíamos producido fuego con cuarzo y pirita. una experiencia importante para
varios de nosotros. De todos modos, me pareció que aún tenía mucho que
aprender, así que cuando algunos años después me invitaron a hacer el taller
nuevamente y más aún, ahora en el taller del Parque Los Manantiales, me sumé
inmediatamente.
A
esto se agregó un interés personal de investigar cómo producir fuego, ya no con
pirita y cuarzo, sino frotando una varilla de madera, tal como lo habían hecho las
homínidas hace cientos de miles de años.
Este
trabajo fue de una investigación muy intensa, de varios meses. Con una meta
clara iban apareciendo las preguntas y las respuestas a cada dificultad. La carga
afectiva y entusiasmo eran muy fuertes, mientras decenas de palos, ramas,
maderas cuerdas y hongos provenientes de los lugares más increíbles, iban
sumándose al experimento.
Finalmente,
luego de un poco de entrenamiento (ya que generalmente me agotaba antes de
lograr la temperatura), apareció humo, luego la primera brasa y el fuego. No
pude hacerlo frotando la madera con las manos, pero sí con un arco que hacía
girar una varilla sobre una base de madera.
Unos
días después reprodujimos la experiencia con otros amigos en el taller. Una
investigación extraordinaria, que quedó grabada entre mis mejores recuerdos.
2.
Investigando cómo fabricar un sistema de riego por goteo móvil.
Se
trata de una experiencia de hace pocos meses donde necesitaba descubrir o
inventar un riego por goteo en base a baldes y bidones, donde el goteo durara
de dos a tres semanas.
La
investigación partió con sistemas conocidos de goteros en base a telas y papel
de aluminio que no cumplían con lo que necesitaba. Avanzó luego hacia bidones,
microtubos de cierto grosor, pegamentos específicos y regadores que cumplieran
con las condiciones de goteo.
En
esta investigación hubo también intensidad, permanencia y superación de
dificultades. Además, mucho gusto y esta vez estuvo acompañada de los acertijos
que presenta la disciplina mental. Eran preguntas e inspiraciones que parecían
alimentarse entre sí.
3.
Investigando cómo es posible que se comuniquen conciencias que tienen
interpretaciones del mundo tan diferentes.
Mientras
investigo en el riego por goteo móvil, estoy intentando responder a la
siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que nos comuniquemos?
Lo
que había llamado “realidad” eran construcciones de mi propia conciencia en
función de los datos de memoria. Por lo tanto, la realidad del otro, era su
realidad, armada desde sus contenidos. ¿Cómo comunicarse entonces con el
“otro”?. De hecho, muchas veces no logro comunicarme y lo mismo sucede a nivel
social. Es frecuente que, por dificultades en la comunicación, las personas se
terminen distanciando o perjudicando entre ellas.
Pero
es claro que también existen muchos momentos en los que, si se logra esa
comunicación, ese contacto con el otro, es posible construir juntos.
¿Cómo
es que esta comunicación con otra conciencia es posible, si cada uno ve la
realidad a su manera?, ¿Qué me permite “traspasar” esa diferencia o convertir
la propia visión para conectarme con los demás?
Dentro
de una atmósfera mental de mucho gusto y entusiasmo, me iba preguntando ya sea
por el riego por goteo, como por esa comunicación entre conciencias diferentes.
Como jugando, me paseaba de un tema a otro con preguntas que seguían trabajando
durante el día. Mientras una quedaba en presencia, la otra se iba a la
copresencia y viceversa. A veces ambas quedaban en copresencia y en cualquier
momento aparecía una nueva ocurrencia a ser investigada. Es como si las mentalidades
investigativas se llevaran muy bien entre sí, incluso parecía que se ayudaban.
¿Lo terreno y lo eterno unidos?
¿Qué
tengo que hacer para que el recipiente entregue una cierta cantidad de gotas
por minuto? ¿Que tenemos en común tú y yo?, ¿Por qué intentamos juntarnos y
cómo lo hacemos? Por momentos llegaba a lugares internos con la certeza que se
trataba del mejor lugar al que podía llegar en ese momento.
Experiencias y comprensiones.
A veces siento
que estoy detenido frente a las dificultades en mis intentos de profundizar en
mi conciencia. Con el paso de los días, con la repetición, siento que se va
acumulando un cierto desánimo, donde sólo atino a esperar a que en algún
momento suceda algo que despeje mi mente. De hecho, observo que en general
después de un tiempo logro descubrir algo que me abre el futuro, pero se trata
de un proceso mecánico y lento. Sospecho que hay algo que no está bien, que ese
no es el mejor modo de enfrentar estos trabajos.
Otras veces,
gracias a los indicadores que nos dejó el Maestro en los caminos internos, lograba
establecer alguna relación, ver la dificultad, la necesidad y luego ver cómo
salir. Se trataba de un estado activo, intencional, donde no me bastaba con
esperar a que ocurra algo. Me ocurría que a veces la respuesta aparecía
inmediatamente, pero otras, necesitaba empezar a investigar.
Me di cuenta que
los líos y los errores eran inherentes a toda investigación. Descubrir la
solución era solo el comienzo de un nuevo tema. No imaginar cómo seguir era
parte del asunto. Tenía que darme una vuelta hasta cambiar la perspectiva y
observar algo que antes era incapaz de ver.
Que la investigación
desafiaba lo conocido hasta el momento, buscando superar aquello que me impedía
avanzar. Tenía una componente de apertura, de audacia y de rebelión. De abrir
las puertas al conocimiento, al crecimiento de la experiencia y a aprender sin
límites. Se me vinieron a la cabeza momentos en que en la historia se frenó la
investigación y se asesinó a las personas que intentaban ir más allá de lo
conocido hasta el momento. Y también las épocas en que han convergido las
culturas apoyando el desarrollo del conocimiento en beneficio de la humanidad.
Es una mentalidad
que se pone a un lado, como compañera de la intencionalidad de la conciencia,
moviendo imágenes, destrabando el futuro, aumentando la energía y la
inspiración. El entusiasmo suele estar presente cuando se investiga,
especialmente si se pone al servicio de un propósito trascendente.
Normalmente se
asocia esta mentalidad a los científicos, muchos de ellos muy inspirados que en
sus desarrollos terminaron hablando de la conciencia y del universo. “Ciencia y
Mística”, de Oscar Cerda, es una monografía muy interesante que conecta ambos
mundos.
Claramente tiene
que haber estado operando la mentalidad investigativa en los primeros
homínidos, cuando alejándose de su condición animal se acercaron al fuego.
Seguramente fue poco a poco, se habrán quemado, se habrán alejado. Superando un
temor enorme, se habrán acercado nuevamente, investigando el modo de manipular
el fuego. Luego tuvieron otro lío: que el fuego no se apagara, los cuencos, en
fin…No parece haber sido de una sola vez, sino por acumulación de experiencias,
que iban comunicándose entre ellos. Ni qué hablar de las consecuencias de esta
investigación para la especie humana.
Y llegamos al
presente, al Maestro, con una capacidad investigativa absolutamente asombrosa,
sin límites. Sin duda que su enorme producción escrita y su acción en el mundo
fueron una gran investigación.
Respecto a la entrada a los espacios
profundos.
El Maestro nos
dejó claro varios temas para investigar: la claridad y la carga en el Propósito;
la entrada a los espacios profundos partiendo por la suspensión del yo y la
construcción de un estilo de vida que tenga un Propósito trascendente como
centro. Trabajando con la mentalidad investigativa comprendo que ninguna de las
dificultades que se me presentan son “naturales” y que puedo superarlas
investigando.
Tengo falta de
claridad en mi propósito, entonces me pregunto: ¿cómo puedo aclararlo? Si le
falta carga afectiva, puedo preguntarme: ¿cómo puedo hacer crecer esa carga?
¿dónde está?, ¿cómo la puedo transferir hacia el Propósito?, ¿qué materiales
puedo revisar?, ¿con quiénes me puedo reunir a ver el tema?
Llevando un poco
más allá estas experiencias personales, me parece claro que la mentalidad
investigativa es necesaria y muy propia de un Centro de Estudios.
Los investigadores del Centro de Estudios.
En medio de un
sistema que se desarmaba aceleradamente, los investigadores, se pusieron de
acuerdo en fortalecer sus trabajos de autotransformación y sus estudios, sin
dejar de poner un ojo en el mundo.
Mientras algunos
soplaban vidrio experimentando con las temperaturas externas e internas, otros
percibían la fragancia de lo profundo en medio de las esencias. Un poco más
allá una maestra aprendía a escribir delicadamente caracteres chinos, luego de
investigar cómo construir su centro de gravedad interno mientras modelaba una
figura de arcilla en el torno. En el Taller del Parque, otro grupo desarrollaba
el tono, la pulcritud y la permanencia trabajando en los Oficios, al tiempo que
contribuían a preservar ese conocimiento.
Con la intención
todo sumaba a ese Propósito común de acceder a la Experiencia, la diversidad
era extraordinaria. Un grupo de maestros empezó a experimentar en una cámara de
silencio, otros en la cima de una montaña, en el fondo de una cueva, del mar y
en el desierto.
También estaban los
que reflexionaban diariamente en sus acciones sociales buscando transformar las
condiciones de dolor y de injusticia, profundizando en sus Propósitos y en su
estilo de vida.
Otros, intentando
avanzar en la comprensión de la obra del Maestro, se veían enfrentados a sus
propias dificultades de establecer relaciones más o menos coherentes.
Comentaban que a veces, por instantes, podían verse a sí mismos, ya no como
pacientes de su transformación, sino como agentes de su autotransformación.
Al mismo tiempo,
varios maestros hacían Producciones tratando de comprender y de grabar con
intensidad sus experiencias, contribuyendo a la acumulación de información y de
conocimiento de la Escuela.
Y también varios maestros,
en medio del ruido social y personal, sentados en una silla, con sencillez y
permanencia, investigaban cómo superar los condicionamientos mentales de la
especie.
Cuando fueron
acumulando suficiente experiencia y conocimiento, los investigadores tuvieron
la certeza de que el futuro se construiría a partir de su intencionalidad y de
sus intentos, Habían tomado conciencia de sí mismos, sabían que existían y que
estaban en presencia de esa intención profunda capaz de mutar sus propias
mentes.
Un lindo día.
¡Que lindo día
Romi!
¡¡Así es Seba y
mira qué hermoso se ve el Parque!!
Bueno, todo es
más bello, ¡cambió el paisaje interno y cambió la mirada!
.
¿Es cierto que tu
madre y tus abuelos estuvieron entre los fundadores?
Si claro, mi
abuela estuvo presente cuando se empezó a producir el punto de inflexión y mi
padre estuvo en la ampliación de la señal.
¿Y cómo lo
lograron?
Comentan que el
despelote y las relaciones estaban tan mal en el medio, que bastó con que se
pusieran de acuerdo para dónde querían ir. Eso permitió que saltaran desde lo
individual a lo conjunto, luego todo se empezó a acelerar. Ya tenían mucho
avanzado, así que la inspiración conjunta hizo su parte y el estudio les
permitió ahorrar tiempo.
Romi, ¿estás
enterada que hoy viene un grupo de científicos de todo el país a meditar en la
sala?
Si claro y yo
tengo un encuentro con historiólogos que quieren documentar lo que ocurrió.
¡Buen día Seba y
no dejes de hacer hoy algo inútil y reconfortante!
Por supuesto
Jajaja, muchas gracias, lo haré, ¡buen día!
Agradezco a
Rodrigo D. y a Adolfo C. por su colaboración con este relato, a mi grupo de
estudios y al cuerpo de maestras y de maestros de este Parque. Muchas gracias.
Juan Aviñó S.
Centro de Estudios - Parque de
Estudios y Reflexión Los Manantiales
mayo-2022
lunes, 17 de agosto de 2020
El núcleo del átomo y un Propósito como centro de la vida.
“Tú que eres la luz de la Gnosis, enséñame a ver lo mismo en lo Uno y lo Todo, enséñame a ver con el entendimiento por encima de la tierra y de los ojos humanos” (extracto de la Oración de la Gnosis Poética Menor H.Van Doren 1971)
Este relato se refiere a una experiencia de fortalecimiento del Propósito como centro y de su relación con el átomo. Aunque el título pareciera sugerirlo, este no es un relato científico, ya que no se nada de átomos (ni tampoco de muchas otras cosas).
El primer evento me ocurrió hace varios años cuando me emocioné mucho y repetidamente al escuchar el ”El Poema de los átomos” (Rumi, Maestro Sufí S.XII)
Luego, al terminar el estudio del libro de Silo, Mitos Raíces Universales (1991). La intensidad de este estudio, recorriendo lugares y tiempo míticos, seguramente contribuyó a generar la carga y las copresencias que operaron más adelante.
Me encontraba además en una etapa en que había intensificado las prácticas y meditaciones diarias, algo muy querido.
Continuó hace dos meses cuando participé en un intercambio sobre lo más importante en el Parque los Manantiales (un Parque de Estudio y Reflexión en el que participo). También un tema con mucha carga.
Finalmente se completó cuando un par de días después, desperté con el átomo de Bohr dando vueltas en mi cabeza y con un registro de encaje muy fuerte entre tener un Propósito como centro de la propia vida y el funcionamiento del átomo.
En esos días, con algunos amigos rescatamos que Silo mencionaba el átomo de Bohr en su Conferencia sobre Mitos. Eso terminó de soltar el tema y empezaron a aparecer varios textos e imágenes donde se mencionaba el núcleo.
El núcleo del átomo con los electrones girando.
En la Conferencia de Mitos Raíces Universales. , Silo explica:
“Cuando consideramos uno de los mitos desacralizados centrales de esta época (me refiero al dinero), lo tuvimos en cuenta como núcleo de un sistema de ideación. Me imagino que los oyentes no habrán imaginado una figura semejante a la que propone el modelo atómico de Bohr en la que el núcleo es la masa central alrededor del cual giran los electrones. En verdad el núcleo de un sistema de ideación tiñe con sus peculiares características a gran parte de la vida de las personas. La conducta, las aspiraciones y los principales temores están relacionados con ese tema. La cosa va más lejos aún: toda una interpretación del mundo y de los hechos conectan con el núcleo”….. (Buenos Aires, 1991)
Otro caso: “La determinación del núcleo de ensueño es de gran importancia ya que es el núcleo el que refleja el problema básico en que se vive. El núcleo de ensueño es un clima mental básico, que hace surgir ensueños primarios compensatorios (como imágenes que descargan las mayores tensiones internas y, al mismo tiempo, esas imágenes orientan conductas hacia el mundo”. (Luis Ammann, Autoliberación, 2004)
También en el Universo, donde la Tierra gira sobre sí misma y alrededor del Sol; el Sol tiene su propio movimiento de rotación y, a la vez, también se desplaza alrededor del centro de la Vía Láctea, y la galaxia, a su vez, da vueltas igualmente sobre sí misma y se mueve por el Universo.
En biología, el núcleo celular es una estructura membranosa el cual se encuentra normalmente en el centro de las células eucariotas. Contiene la mayor parte del material genético celular, organizado en varias moléculas extraordinariamente largas y lineales de ADN, con una gran variedad de proteínas, como las histonas, lo cual conforma lo que llamamos cromosomas. El conjunto de genes de esos cromosomas se denomina genoma nuclear. La función del núcleo es mantener la integridad de esos genes y controlar las actividades celulares regulando la expresión génica.1 Por ello se dice que el núcleo es el centro de control de la célula.(Wikipedia)
En el centro luminoso.
El día noveno.
1. En la Fuerza estaba la “luz” que provenía de un “centro”.
2. En la disolución de la energía había un alejamiento del centro y en su unificación y evolución, un correspondiente funcionamiento del centro luminoso.
( Capítulo XI de la Mirada Interna, El Mensaje de Silo, 2007)
La Experiencia.
1. Registros.
El Propósito se profundizó. Fue adquiriendo mayor claridad y carga, aumentando su copresencia en lo cotidiano y el gusto por meditar. Disminuyeron las dudas y los temores. Algunas conductas se modificaron abriendo el contacto con el medio. Las reflexiones estaban más disponibles y aumentó el gusto e interés por el estudio.
Se aclaró aquello que me acerca y lo que me aleja del Propósito. Hay temas que dejaron de interesarme y que antes terminaban en pérdida de energía. Registro de que se “aliviana el carro”. La vida se hace más sencilla. Disminuye la censura y la autocensura. Hay más cercanía con los seres queridos y mayor intensidad en las diferentes actividades personales. Se quiere algo intensamente, pero no hay ninguna razón para impacientarse porque tengo la certeza de que “algo va”.
Crece la intuición de que al aumentar la carga y entrar a esos lugares, terminará transformándose todo, incluyendo las limitaciones mentales por las que se pide en la Oración de la Gnosis.
2. Reflexiones.
Ahí estaba el núcleo, el Propósito de acceder a lo profundo, con todos los temas girando en torno a él. Ya no estaba tan marcado ese péndulo entre lo interno y lo externo. El centro era lo más importante y este no sólo convivía muy bien con las actividades que ahora giraban en torno a él, sino que además se retrolamientaban. En las actividades cotidianas el centro irradiaba en forma creciente, más desde adentro y más hacia los demás. Y cuando los ensueños, las compulsiones o el “yo” se tomaban todo el campo, el desajuste interno y las reflexiones se convirtieron en una necesidad. Por momentos el mundo se volvía una especie de blanco al que el centro se dirigía expectante. Se fue incorporando el pedido por comprender y no sólo por estar bien. Cuando estaba muy inspirado, pedía que las cargas energéticas positivas y negativas se trasladaran hacia el Propósito. Lo mismo cuando aparecían temores y entraba a mis zonas oscuras: a veces llegaba a agradecer su presencia y sentía gusto por el intento de integrarlas. Que creciera la actividad en el mundo se volvió de mucho interés ya que se hacía necesario evocar cada vez con más fuerza el Centro.
Este registro se fue ubicando más internamente y caí en cuenta que el centro ya no era un núcleo fijo, sino que estaba en movimiento, creciendo o decreciendo. Además intuí que podía llegar a tener una carga enorme, como si se tratara de un sol. Se volvió cada vez más importante fortalecer y entrar a ese lugar.
El modelo de 1920 del átomo de Böhr ya no representaba lo que ocurría, porque el centro teñía a los electrones y además todo era dinámico. El centro podía crecer, haciéndose cada más fuerte, con más carga afectiva, absorbiendo lo que estaba afuera y donde cada uno de los electrones parecía ser a su vez, un nuevo átomo.
Ahora veía que tanto tiempo sin un “centro” estaba destinado sólo a un lento proceso evolutivo. El tema era fortalecer el centro …. fortalecer el centro.
3. Nuevas preguntas.
¿Llegaré a comprender por qué me emociono tanto con el “Poema de los átomos”?. ¿Se tratará simplemente de antiguos antepasados árabes en la península ibérica?... lo dudo... tal vez se trate de algo más amplio, algo como un registro de integración de la humanidad. ¿O será de integración con la totalidad de la que formamos parte, del polvo de estrellas que siempre hemos sido?.
Así como “...vuela hacia las estrellas el héroe de esta edad. Vuela a través de regiones antes ignoradas. Vuela hacia afuera de su mundo y, sin saberlo, va impulsado hasta el interno y luminoso centro”, ¿será posible que interiorizando la mirada se llegue a descubrir el funcionamiento de la materia? Siempre hemos pensado que lo mental es una cosa muy diferente a lo material, pero ¿serán tan diferentes? …. y los descubrimientos de afuera y de adentro, serán concomitantes?¿Cuál es entonces el modelo atómico que se está asomando?
En cuanto a las relaciones, ¿qué tiene que ver tu Propósito con el mío?. Está la intuición de que estamos unidos, pero la registro sólo por momentos. Como en la experiencia grupal de hacer fuego con cuarzo, pirita y yesca, donde luego de varias horas e incluso de días en que no lográbamos hacer fuego, bastaba con que uno lo lograra para que prendiera el fuego de todos los demás.
Y sobre lo macro, ¿en qué está incluido el Propósito con sus temas?, ¿es decir, en torno a que estamos girando?. Tal vez las respuestas sean un regalo que se nos presente en algún sueño futuro.
Agradezco a los amigos que me ayudaron, a mi grupo de estudio, al Maestro por generar este ámbito que nos reúne hoy y por llevarme a los lugares que me permitieron leer la imagen del átomo. Muchas gracias.
Juan Aviñó Agosto-2020
Parque de Estudios y Reflexión los Manantiales
sábado, 25 de julio de 2020
En poco tiempo más (tú le pones la fecha)
viernes, 24 de julio de 2020
Mi Amigo el Nadador
Luego de más de 20 años sin nadar, en esas vueltas de la vida, me tocó acompañar a mi hija a su entrenamiento de natación. Ahí estaba en la piscina temperada del mismo Estadio en el que había nadado a los 5 años. Con cierta curiosidad y evocando los buenos momentos (que también los hubo), nadé algunas piscinas.
Ya en el camarín observé a un niño de unos 12 o 13 años, delgado, de piel muy blanca, que se secaba el cuerpo con una lentitud poco habitual. Su expresión facial era neutra.
De pronto, de la nada, me miró y con voz grave, modulando lentamente me dijo: “
- Nadas pésimo!, me dijo con toda calma y claridad.
Apelando a mi supuesta madurez y superando la molestia, le pregunté:
- ¡Porque no sabes patalear! me dijo alzando un poco el tono de voz.
Ahora si que me sentí retado, pero mi curiosidad pudo más respecto de este personaje y le volví a preguntar:
- ¡Hay que mover las piernas y tú no las mueves!, dijo ya con un claro tono de enojo.
- ¿Y cómo se mueven las piernas? continué con un dejo de paternalismo
Mira, las piernas son el motor. Yo te voy a enseñar, acércate.
Aún cuando se trataba de un niño, me sentía intranquilo, así que me acerqué con recelo.
Medio tapado por una toalla empezó a mover las piernas de un modo nada convincente para mi.
Sin muchas ganas de seguir con la conversación, terminé de vestirme y antes de llegar a la puerta, me preguntó:
- Bueno, …. puede ser, tal vez la próxima semana, le respondí sin atreverme a decirle que no tenía muchas ganas de encontrarme con él nuevamente.
Por motivos que no recuerdo, no fui a la piscina las siguientes tres semanas, cuando nuevamente, luego de nadar, me encontré con él en el camarín. Lo miré distraídamente, casi como que no lo conociera y para mi sorpresa, Cristóbal tomó nuevamente la iniciativa al señalarme con el brazo que me acercara.
Me hice el que no entendía y me repitió el gesto varias veces, hasta que no pude hacerme más el tonto. Me acerqué a él tratando de parecer lo más natural posible.
- Sí, ¿dime?, le pregunté amablemente.
- Debo contarte que competí este fin de semana en un campeonato interescolar.
- Ah, qué bien! Y ¿Cómo te fue?
- ¿Cómo que cómo me fue!, exclamó muy molesto elevando la voz. ¡Parece que no entiendes lo que te digo!, volvió a la carga mientras se llevaba las manos a las caderas reforzando su expresión de malestar.
- ¿Por qué me preguntas eso? - continuó - te acabo de decir que el campeonato es el próximo fin de semana!!
- Disculpa!, escuché que el campeonato había sido el fin de semana pasado, el ruido de las calderas me impidió escucharte correctamente.
- No, te dije que será el próximo fin de semana, repitió lentamente.
Un rato después se despidió diciendo:
- Adiós ¿Pedro?,
- Adiós Cristóbal, nos vemos, le dije con un dejo de cariño, en respuesta a su interés en despedirse por mi nombre.
…
Se trataba de nuestro tercer encuentro. Me sentía particularmente contento ese día. Había nadado 1.000 metros, con ganas y sentía que iba mejorando la velocidad y la resistencia. Me senté en la gradería para secarme y descansar un rato.
Y de pronto lo vi nadando. Le puse atención. La verdad es que no me impresionó su estilo ni su pataleo, más bien que tenía mucho que aprender. Me dio lástima su falta de criterio de realidad.
Otros nadadores veloces dejaban atrás repetidas veces a mi amigo, quien seguía nadando lentamente, dando vueltas y vueltas. Algunos empezaron a jugar y otros se salieron, pero él seguía nadando, siempre lentamente y con su estilo, vueltas y vueltas.
Me acordé de mis cortas conversaciones con él y de su interés por la natación. Recordé también mis diez años de entrenamiento, mi estilo, los premios y mis motivaciones Lo miré y de pronto, me empezó a cambiar la mirada.
Estaba frente a un nadador, pero no frente a un nadador cualquiera que buscaba algún tipo de éxito. Estaba frente a un verdadero nadador. Todo encajó al evocar el cariño con que Cristóbal se refería a la natación. Cristóbal amaba nadar! Nadar era parte de su sentido de vida. Le gustaba el agua, mover los brazos y patalear. Me conmoví fuertemente..
Con la sensación de haber descubierto algo importante, me fui al camarín donde nuevamente encontró algún motivo para retarme. Me dijo que se había ganado dos medallas y que le debían una. Yo ya no experimentaba tensión alguna. Hasta se me soltó una conducta lúdica. Quedamos de mostrarnos las medallas la próxima semana.
Pasaron algunas semanas, meses y años y no volví a ver a Cristóbal. Había escuchado que las personas con síndrome de down viven pocos años. Pensé que tal vez mi amigo Cristóbal ya no estaba en este mundo.
Adiós Cristóbal, gracias por tu amistad. Gracias por enseñarme a mirar con otros ojos.